Gustavo Lorenzana Durán


LA NUEVA ESCUELA MEXICANA: EL APRENDIZAJE DE LA HISTORIA, 2011-2019




El propósito de este trabajo es exponer tanto la creación de la Nueva Escuela Mexicana [NEM], por medio del Decreto de la Ley General de Educación, que expidió el Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, el 25 de septiembre de 2019 y su contenido sobre el aprendizaje de la Historia y lo planteado en el Acuerdo número 592 de 2011, así como, los planteamientos de Ida Appendini, Jörn Rüsen y María Auxiliadora Schmidt, sobre el aprendizaje histórico. Cerramos el texto con unas someras conclusiones.

La NEM se creó por el Decreto de la Ley General de Educación, de 25 de septiembre de 2019. La nueva Norma en materia educativa es una evidencia del interés que sobre el tema de la educación en México, han tenido diferentes Congresos de los Estados Unidos Mexicanos, que en uso de su facultad contenida en el artículo 135 de la Constitución de 1917, pueden reformar o adicionar artículos de la misma, en este caso, el artículo 3.

Dicho artículo ha sido reformado en once ocasiones: 13 de diciembre de 1934; 30 de diciembre de 1946; 9 de junio de 1980; 28 de enero de 1992; 5 de marzo de 1993; 12 de noviembre de 2002; 10 de junio de 2011; 9 de febrero de 2012; 26 de febrero de 2013; 29 de enero de 2016 y 15 de mayo de 2019. Cabe decir, que no es el artículo con más reformas. Por encima están las 20 y 27 reformas a los artículos 27 y 123 [Reformas]

En dicha Norma se reitera que toda persona tiene derecho a la educación. Se dice que a diferencia de las reformas del artículo 3 de la Constitución de 1917, emitidas entre 2012 y 2016, con esta “se da inicio a un proceso permanente centrado en el aprendizaje del educando, que contribuye a su desarrollo humano integral y a la transformación de la sociedad […] El Estado ofrecerá a todas las personas las mismas oportunidades de aprendizaje” [Decreto, 2019: p. 47]

Unos de los objetivos de la NEM son: lograr el desarrollo humano integral del educando; contribuir a la formación del pensamiento crítico; fomentar la identidad, el sentido de pertenencia y el respeto desde la interculturalidad, para considerarse como parte de una nación pluricultural y plurilingüe con una historia que cimienta perspectivas del futuro [Decreto, 2019: pp. 49-50]

Los diputados y las diputados le asignaron a la Historia el papel de fomentar entre los educando “el amor a la Patria, el aprecio por sus culturas, el compromiso con los valores, con los símbolos patrios y con las instituciones nacionales” [Decreto, 2019: p. 50] Es oportuno decir, que en la segunda reforma al artículo 3 de 16 de diciembre de 1946, se señaló que la educación que imparta el Estado, debería “desarrollar en el ser humano el amor a la Patria” [Decreto, 1946: p. 3] En la séptima reforma de 10 de junio de 2011, también se dijo que educación debía fomentar “en el ser humano el amor a la Patria” [Decreto, 2011: p. 2]

Dos componentes novedosos en la formación de las mexicanas y de los mexicanos no contemplados en las once reformas anteriores son la formación del pensamiento crítico y del pensamiento histórico, entre los educandos. Para el caso del pensamiento histórico, uno de los contenidos de los planes y programas de estudio sería el aprendizaje de la historia. Asimismo, la colaboración y el trabajo en equipo [Decreto, 2019, pp. 49-50, 52, 55]

La educación que deberá impartir el Estado, sus organismos descentralizados y los particulares entre otras cosas será humanista ya que debería “fomentar el aprecio y respeto por la dignidad de las personas, sustentado en los ideales de fraternidad e igualdad de derechos, promoviendo el mejoramiento de la convivencia humana y evitando cualquier tipo de privilegio de razas, religión, grupos, sexo o de personas” [Decreto, 2019: p. 51] En las reformas de 10 de junio de 2011 y 26 de febrero de 2013, se dice lo siguiente:

Contribuirá a la mejor convivencia humana, a fin de fortalecer el aprecio y respeto por la diversidad cultural, la dignidad de la persona, la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad, los ideales de fraternidad e igualdad de derechos de todos, evitando los privilegios de razas, de religión, de grupos, de sexos o de individuos [Decreto, 2012: p. 2; Decreto, 2013: p. 2]

Por lo que se puede observar la única diferencia es que en las reformas de 2012 y 2013 no aparece el adjetivo humanista. Los educandos son considerados como “los sujetos más valiosos de la educación con pleno derecho a desarrollar todas sus potencialidades de forma activa, transformadora y autónoma”.  Uno de los derechos del educando es “tener un docente frente a grupo que contribuya al logro de su aprendizaje y desarrollo integral” [Decreto, 2019: pp. 63]

¿Y los maestros y las maestras? Igualmente, son actores primordiales del proceso educativo y es esencial su contribución a la transformación social. Entre sus fines están “priorizar su labor para el logro de metas y objetivos centrados en el aprendizaje de los educandos” y “priorizar su labor pedagógica y el máximo logro de aprendizaje de los educandos sobre la carga administrativa”. Se les reconoce como “profesionales de la formación y del aprendizaje con una amplia visión pedagógica”. Para unos y otras, las autoridades educativas deberán promover

“el diseño y aplicación de métodos y programas para la enseñanza, el aprendizaje y el fomento de la ciencia, las humanidades, la tecnología e innovación en todos los niveles de la educación […] desarrollar competencias en los docentes con la realización de las adecuaciones curriculares que les permitan mejorar su desempeño para el máximo logro de aprendizaje de los educandos […] fortalecer su desarrollo y superación profesional mediante la formación, capacitación y actualización” [Decreto, 2019; pp. 50, 58, 60, 67]

El Estado mexicano asume el compromiso de fortalecer a las instituciones públicas de formación docente. Además, las autoridades educativas deberán
“respaldar la participación de la comunidad de las instituciones formadoras de docentes, con el propósito de elaborar de manera colectiva los planes y programas de estudio, “con especial atención en los contenidos regionales y locales, además de los contextos escolares, la práctica en el aula y los colectivos docentes, y la construcción de saberes para contribuir a los fines de la nueva escuela mexicana”. Proporcionar las herramientas para realizar una gestión pedagógica y curricular que priorice el máximo logro del aprendizaje y desarrollo integral de los educandos”. [Decreto, 2019, pp. 68-69]

Como ya lo observamos en la NEM se pone la atención en el aprendizaje del educando en el cual se incluye el aprendizaje de la Historia, pero sin ahondar sobre ello. Por lo anterior, nuestra indagación no llevo al Acuerdo número 592 de 15 de agosto de 2011. En dicho documento se establece lo siguiente:

“El centro y el referente fundamental del aprendizaje es el estudiante, porque desde etapas tempranas se requiere generar su disposición y capacidad de continuar aprendiendo a lo largo de su vida, desarrollar habilidades superiores del pensamiento para solucionar problemas, pensar críticamente, comprender y explicar situaciones desde diversas áreas del saber, manejar información, innovar y crear en distintos órdenes de la vida”. [Acuerdo, 2011: Segunda Sección, p. 12]

A diferencia de la Ley General de Educación 2019, en donde sólo se enuncia el aprendizaje de la Historia, en el citado Acuerdo número 592, se dice que el aprendizaje de la Historia
“tiene un carácter formativo y desarrolla conocimientos, habilidades, actitudes y valores que facilitan la búsqueda de respuestas a las interrogantes del mundo actual […] permite comprender el mundo donde vivimos para ubicar y darle importancia a los acontecimientos de la vida diaria, y usar críticamente la información para convivir con plena conciencia ciudadana”. [Acuerdo, 2011: Segunda Sección, p. 31]

Los aprendizajes contemplados en la materia de Historia de México correspondiente al Quinto Grado de Educación Primaria, que comprende desde Los primeros años de vida independiente hasta México al final del siglo XX y los albores del XXI, inician con la acción a realizar por parte del educando: ordena, describe, explica, reconoce, valora, propone e investiga. Veamos algunos de ellos:

“Ubica procesos de la primera mitad del siglo XIX aplicando los términos década y siglo, y localiza cambios en la división territorial; Explica el pensamiento de liberales y conservadores, y sus consecuencias en la política y economía del país; Describe el proceso de consolidación del Porfiriato; Reconoce la importancia de otorgar el derecho de la mujer; Investiga aspectos de la cultura y la vida cotidiana del pasado y valora su importancia”. [Acuerdo, 2011: Cuarta Sección, pp. 61-63]

Podemos decir, que dichos aprendizajes no están en concordancia con la aspiración de “comprender el mundo donde vivimos para ubicar y darle importancia a los acontecimientos de la vida diaria, y usar críticamente la información para convivir con plena conciencia ciudadana” [Acuerdo, 2011, Segunda Sección, p. 31] Más bien, podemos decir, que se mantiene el interés en los personajes y los eventos significativos del pasado: Vida independiente; Reforma y República Restaurada; Porfiriato y Revolución Mexicana; Caudillos e Instituciones [Acuerdo 2011: Cuarta Sección, pp. 61-63]

“Por lo tanto, es necesario avanzar en la dirección apuntada por Jörn Rüsen sobre el aprendizaje histórico: “es la tarea de experimentar e interpretar el tiempo para poder orientarse, mediante la memoria histórica, en la propia vida” [Rafael Valls, 1999: p. 94] Hacia mediados del siglo XX, la profesora Ida Appendini señaló que “la Historia se amalgama con la vida y es la vida misma […] el alumno vive lo que aprende” [1948, p. 103]

Por su parte, María Auxiliadora Schmidt, destaca que la  centralidad del aprendizaje en la práctica docente es un asunto que están estudiando profesores y profesoras en general, pero de manera especial, los especialistas de la Didáctica de la Historia, bajo la idea de que “sí sabemos cómo se aprende, podemos saber cómo se enseña […] Se enfatiza, de esta forma, la importancia de la concepción del aprendizaje como punto de partida y presupuesto orientador de enseñanza de la Historia” [Schmidt, 2019, p. 24]

“Lo anterior está en la línea trazada por Peter Lee en el sentido de llevar a cabo “una discusión productiva y una reflexión” en aras de superar las relaciones “tradicional” versus “progresivo”, “centrado en el niño versus “centrado en la materia” y “habilidades versus contenido” [2016, p. 111]  Lo anterior está en la línea trazada por Peter Lee en el sentido de llevar a cabo “una discusión productiva y una reflexión” en aras de superar las relaciones “tradicional” versus “progresivo”, “centrado en el niño versus “centrado en la materia” y “habilidades versus contenido”. [2016, p. 111, -114]

“La apuesta por la Didáctica de la Historia es clara porque es la ciencia del aprendizaje histórico, ya que “produce de modo científico [especializado] el conocimiento necesario y propio a la Historia, cuando se necesita comprender los procesos de aprendizaje y lidiar con ellos de modo competente […] En el núcleo de la cuestión está la capacidad de pensar históricamente, a ser desarrollada en los procesos de educación y formación [María, Schmidt, 2017, p. 27] y por medio de ella, los estudiosos “han centrado sus estudios en los problemas prácticos del aprendizaje y enseñanza de la Historia” [Prats, 2002, p. 88]

A manera de conclusión
La nueva Reforma en materia educativa de 2019 en la letra hizo a un lado el modelo de enseñanza tradicional centrado en el docente y en la memorización de datos que no tiene ninguna utilidad práctica en la vida. Por lo tanto, los profesores y las profesoras, deberán mostrar y demostrar a sus alumnos la manera de realizar determinadas actividades, ejecutar ciertas tareas y su empleo en el día a día.

La tarea a la que se deben abocar las instituciones que se dedican a formar historiadores e historiadoras en México, es poner el acento en la Didáctica de la Historia, en aras de abordar los problemas que se suscitan en el aprendizaje de la Historia, debido, a que las Licenciaturas en Historia que ofrecen universidades públicas y privadas, forman historiadores e historiadoras para la enseñanza de la Historia en los niveles medio superior y superior.

Referencias
Gustavo Lorenzana – Departamento de Historia y antropología – Universidad de Sonora – Hermosillo, sonora – México.

“Acuerdo número 592 por el que se establece la Articulación de la Educación Básica” en Diario Oficial de la Federación, 19 de agosto de 2011, Tomo DCXCV, número 15, Segunda Sección, p. 1-112.

“Acuerdo número 592 por el que se establece la Articulación de la Educación Básica” en Diario Oficial de la Federación, 19 de agosto de 2011, Tomo DCXCV, número 15, Cuarta Sección, p. 1-112.

“Acuerdo número 592 por el que se establece la Articulación de la Educación Básica” en Diario Oficial de la Federación, 19 de agosto de 2011, Tomo DCXCV, número 15, Quinta Sección, p. 1-112.

Appendini, Ida, “La enseñanza de la Historia en las escuelas de Segunda Enseñanza” en Ramírez, Rafael, Appendini, Ida, Gómez Alonso, Paula, Romero Flores, Jesús, Rivera y Pérez Campos, Ricardo, García Granados, Rafael, Dávalos Hurtado, Eusebio, Miranda, José, Lomelí Quirarte de Correa, Josefina, La enseñanza de la Historia en México, México: Editorial Cvltvra, 1948.

“Decreto que reforma el artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 16 de diciembre de 1946” en Diario Oficial de la Federación, 30 de diciembre de 1946, Tomo CLIX, número 19, p. 2-4.

“Decreto por el que se modifica la denominación del Capítulo I del Título Primero y reforma diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1de junio de 2011” en Diario Oficial de la Federación, 10 de junio de 2011, Tomo DCXCIII, número 8, p. 2-5.

“Decreto por el que se expide la Ley General de Educación y se abroga la Ley General de Infraestructura Física Educativa” en Diario Oficial de la Federación, 30 de septiembre de 2019, p. 46-93.

Lee, Peter, “Literacia histórica e historia transformativa” en Educar em Revista, abril-junio 2016, número 60, p. 107-146.

Prats, Joaquín, “Hacia una definición de la investigación en Didáctica de las Ciencias Sociales” en Enseñanza de las Ciencias Sociales, 1, 2002, p. 81-89.

Qué es la Nueva Historia Mexicana” en
http://www.nuevaescuelamexicana.mx/que-es-la-nueva-escuela-mexicana-nem/. Consultada el 3 de abril de 2020.

“Reformas constitucionales por artículo” en
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/ref/cpeum_art.htm. Consultada el 3 de abril de 2020.

Schmidt, María Auxiliadora, “El turno de la Didáctica de la Historia: contribuciones para un debate” en Historia y Espacio, volumen 15, número 53, julio-diciembre 2019, p. 21-42

_______________________ “¿Qué hacen los historiadores cuando enseñan la Historia? Contribuciones de la teoría de Jörn Rüsen para el aprendizaje y el método de la enseñanza de la Historia” en Clío & Asociados, 2017, p. 26-37.

Valls, Rafael, “La Didáctica de la Historia en Alemania: Una aproximación a sus características” en Iber. Didáctica de las Ciencias Sociales, Geografía e Historia, 21, 1999, p. 89-105.  


3 comentários:

  1. Caro Gustavo. No Brasil nossa ultima reforma curricular, a BNCC - Base Nacional Curricular Comum, também retomou uma metodologia e conteúdos mais tradicionais no ensino de História, lamentável! Mas o que mais me incomoda é um certo distanciamento do debate sobre o ensino e o currículo de história por parte dos professores brasileiros. Segundo Saviane as consecutivas reformas educacionais e alternâncias de programas afastaram os professors do debate curricular, dando um maior espaço a práticas de ensino autorais. Em consequência os debates sobre o currículo de história se esvaziaram na escola e predominando nas universidades. Pergunto se no México a uma similaridade ou não? Abcs

    Everton Carlos Crema

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    1. Estimado Everton. La situación en México es similar a la de Brasil. El debate solo da entre los profesores y las profesoras adscritos a los Departamentos de Historia de las universidades. Los profesores y las profesoras de los niveles básico y medio superior sólo son receptores de los lineamientos emitidos por la autoridad educativa, cuya premisa esencial es que aquellos y aquellas dejen su rol de reproductores/transmisores de conocimiento a productores y facilitadores del conocimiento y del pensar históricamente. Un saludo.

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    2. Me falto el nombre en la respuesta. Gustavo Lorenzana Durán.

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