Nancy Palacios Mena


DESARROLLO DE PENSAMIENTO HISTÓRICO EN ESTUDIANTES DE SECUNDARIA. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS DE UNA PRUEBA APLICADA A ESTUDIANTES DE 8° Y 9° GRADO EN BOGOTÁ




Introducción
Esta ponencia es uno de los productos de una investigación que tiene como objetivo determinar los niveles de desarrollo de habilidades alcanzados por los estudiantes colombianos de primaria y secundaria en el área de ciencias sociales, a través del análisis de los resultados de la Prueba Saber y sus productos de trabajo en clase como cuadernos, guías, narrativas, exámenes, aplicación de cuestionarios. Tiene como propósito fundamental analizar el desarrollo de habilidades de pensamiento histórico de estudiantes de los grados 8° y 9° de secundaria de Bogotá – Colombia. Es un proyecto financiado por la Vicerrectoría de Investigaciones y la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes en el que se ha invitado a participar como investigadores a profesores de Ciencias Sociales de la Ciudad de Bogotá.

El trabajo empírico se realizó con una muestra de 340 estudiantes 8 º y 9º de secundaria, en 7 colegios públicos mixtos de la ciudad. El cuestionario que evaluó 3 habilidades de pensamiento histórico aplicado [ver figura 1, fue una adaptación para Colombia de la prueba de evaluación de competencias de historia elaborada para España por Domínguez [2015] en el marco de los proyectos de investigación “Competencias sociales para una ciudadanía democrática”, “La evaluación de las competencias básicas en Educación Secundaria Obligatoria desde las ciencias sociales” y "La evaluación de las competencias y el desarrollo de capacidades cognitivas sobre historia en Educación Secundaria Obligatoria".

Algunas preguntas propuestas por Domínguez [2015] se dejaron igual, otras fueron adaptadas al contexto colombiano y se incluyeron algunas preguntas nuevas, con el objeto de equilibrar el número de preguntas por competencia a evaluar. Para la elaboración de las preguntas nuevas se hizo una adaptación de textos y algunas preguntas de las que se encuentran disponibles en el portal WEB del Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación ICFES. Una vez aplicado el instrumento de recolección de datos, se procedió a la sistematización de los mismos en una base de datos en Excel. Posteriormente y con ayuda de Excel, se graficó la información. La elaboración de tablas de contingencia y diagramas de barras apiladas. Estas gráficas estadísticas son utilizadas para comparar el porcentaje que contribuye a cada valor en un total a través de categorías que se representan mediante rectángulos horizontales. La presentación de una u otra depende del número de categorías que contenga, con el fin de cuidar el componente estético del documento.


Figura 1. Habilidades de pensamiento histórico evaluadas

Fundamentación
Desde la perspectiva de Pagès [2009] la línea de investigación orientada en el desarrollo del pensamiento histórico emerge de la necesidad de incorporar trasformaciones a una larga tradición de la enseñanza de la disciplina centrada en los contenidos. Las investigaciones de autores como Trigueros , Ortuno y Molina [2014]; Fuster [2017] Palacios, Chaves y Martin [2020] han evidenciado que la premura de los profesores, por cumplir con programaciones generalmente muy extensas, impide que se alcancen niveles de profundización en los saberes históricos, quedando la experiencia escolar reducida a la enunciación y memorización de datos, fechas, personajes y hechos, con escasa o ninguna articulación; una enseñanza centrada en la cronología y en discursos acabados, cerrados y certeros de la historia.

El pensamiento histórico es definido como el proceso creativo que realizan los historiadores para interpretar las fuentes del pasado y generar las narrativas históricas [Seixas y Morton, 2013]. También ha sido definido como la significación del pasado a través de estrategias que permiten ir de niveles básicos hacia un pensamiento mucho más elaborado [Lee y Ashby 2000; Levesque, 2008]. En palabras de Santisteban [2010], “pensar históricamente requiere, pensar en el tiempo, desplazarse mentalmente en el tiempo y tener conciencia de la temporalidad, para ir construyendo una conciencia histórica que relacione el pasado con el presente y se dirija hacia el futuro” [39]. Por su parte Gómez, Ortuño y Molina [2014] consideran que desarrollar pensamiento histórico supone aprender habilidades en la interpretación del pasado más allá de un conocimiento conceptual y memorístico.

Buena parte de los investigadores que se han ocupado del desarrollo del pensamiento histórico se han centrado su interés análisis de las habilidades que alcanzan o no los estudiantes, al respecto Wineburg [2007]; Seixas [2011]; Seixas y Morton [2013]; VanSledright [2004, 2014], han concluido que pensar históricamente evidencia un aprendizaje de la disciplina que requiere conocimientos de la historia, sustantivos, o de primer orden y conocimientos sobre la historia o de segundo orden: los conceptos, métodos y reglas utilizadas en su investigación y desarrollo.

Los conocimientos de primer orden son aquellos que tradicionalmente se han trabajado e incluyen aspectos como la cronología y la conceptualización, y los de segundo orden son contenidos estratégicos que organizan los de primer orden, los explican y están relacionados con la práctica del historiador y la habilidad para pensar históricamente [Gómez y Miralles 2014; VanSledright 2011; Barca 2011; Clark 2011, Sáiz y Gómez 2016; Carretero y López 2009; Domínguez 2015;  VanSledright y Limon 2006; 2011; Lee 2005]. Estos autores sostienen que, si bien el objetivo en la educación primaria y secundaria no es formar historiadores, para superar aprendizajes mínimos, incompletos y transitorios es pertinente que los estudiantes apropien tanto los conceptos de primer orden, que los llevan a responder preguntas del tipo, qué, cuándo, quién y cómo, como los conceptos de segundo orden que les permitan aprender a aprender, relacionados con la relevancia, cambio y permanencia, empatía, causalidad y evidencia histórica [Palacios, 2018, 2019] .

Resultados
Como se muestra en la figura 1, en la ponencia se analizan 3 de las habilidades necesarias para el desarrollo del pensamiento histórico, una de primer orden: explicar históricamente y tres de segundo orden: explicación causal, trabajo con fuentes, cambio y continuidad. [1] Explicar históricamente: son habilidades de un bajo nivel de complejidad cognitiva, en cuya ejecución los estudiantes no utilizan conceptos metodológicos o se segundo orden, los estudiantes las realizan por medio de actividades básicas como lecturas literales o inferenciales básicas, y ejercicios de transcripción, comparación y descripción también muy básicos. [2] Trabajo con fuentes: incluye habilidades como obtener información explicita e implícita, clasificar, integrar e interpretar información, clasificar, integrar e interpretar información, evaluar y contrastar información. [3] Cambio y continuidad: incluye habilidades como identificación y reconocimiento de conceptos, vocabulario y convenciones de cronología, procesos de cambio y continuidad, sentido y relevancia al cambio.




Los datos de la figura 2 indican que son observables algunas diferencias pero también algunas tendencias entre los estudiantes de las 7 instituciones participantes en el nivel de desarrollo de la habilidad pensar históricamente. En esta habilidad se les solicitó a los estudiantes, responder 4 preguntas a partir de actividades básicas como dar respuestas literales o hacer inferencias básicas sobre revolución industrial y la explotación infantil. Si bien la Institución 5 y la 3 tienen unos porcentajes más altos en [2] de las preguntas formuladas, los datos muestran que hay mucha heterogeneidad en el resto de los porcentajes. En cuanto a las respuestas correctas por pregunta, los resultados indican que en todas las Instituciones las respuestas correctas con porcentajes más altos son la 1 y la 2. El porcentaje de repuestas a la pregunta 4 está entre el 40, 5 % y el 75% y la pregunta con un porcentaje menor de respuestas correctas es la 3 cuyos porcentajes van entre 30, 7 % y 39, 4 %. Estos resultados pueden obedecer a que en las preguntas 1, 2, y 4 se indaga sobre temáticas trabajadas en clase sobre el origen de la revolución industrial y el trabajo en las fábricas, mientras la pregunta 3 fue sobre aspectos más concretos de la economía y la industria colombiana a partir de información suministrada en el cuestionario, pero que los estudiantes no habían trabajado en las clases.



Para evaluar la habilidad obtener y cotejar información figura 3, se les solicitó a los estudiantes que hicieran inferencias e interpretaciones sencillas sobre información de la explotación infantil en épocas de la revolución industrial de fuentes incluidas en el cuestionario y contrastarla. Los resultados indican que en las preguntas en las cuales los estudiantes debían hacer interpretaciones sencillas, casi literales de lo que se puede observar en la fuente como en las preguntas 2 y 4, el porcentaje de respuestas correctas es mucho mayor entre el 55, 2 % y el 78, 5%. Mientras que en aquellas preguntas en las que se les solicita hacer inferencias más complejas y cotejar información entre varias fuentes el porcentaje de respuestas correctas es mucho más bajo entre el 1,54 y el 13,1%. Estos resultados muestran la necesidad no solo del uso frecuente y sistemático de las fuentes en las clases, sino también de promover entre los estudiantes la realización de actividades que los ayuden a desarrollar habilidades conceptuales y procedimentales más complejas.



En la habilidad obtener información explícita e implícita [figura 4], se les solicitó a los estudiantes extraer información explicita e implícita sobre la revolución industrial y la explotación infantil de fuentes textuales y gráficas en varios momentos históricos. Los resultados coinciden con los de la habilidad anterior, en las preguntas en las que se solicita a los estudiantes extraer información explícita de la fuente como en la 2 y en la 3, obtienen un mayor porcentaje de respuestas correctas, entre el 33, 9 % y el 87, 6 %. En las preguntas en las que se les solicita que extraigan información implícita los estudiantes evidencian tener mayores dificultades, el porcentaje de respuestas correctas oscila entre el 21, 5 % y el 39, 2 %. Estos resultados ratifican la necesidad de trabajar con fuentes como se planteó anteriormente, pero también muestra la pertinencia de que los estudiantes puedan comprender las implicaciones de la ocurrencia de fenómenos en contextos históricos distintos. Es fundamental que el alumnado aprenda herramientas conceptuales que les ayude a comprender el contenido de las fuentes históricas sobre hechos diversos y no solos los vistos en clase.



Adicionalmente, la figura 5 contiene los porcentajes de las respuestas correctas de la habilidad cambio y continuidad en la historia. Para evaluar dicha habilidad se les solicitó a los estudiantes identificar y comprender conceptos, vocabulario y convenciones de cronología, procesos de cambio y continuidad, sentido y relevancia al cambio en las dos temáticas del cuestionario que se aplicó. Los datos indican que en términos generales esta es la habilidad en la que los estudiantes evidenciaron mejores resultados, pero también en la que hay una mayor homogeneidad entre las instituciones, los porcentajes de respuestas correctas van de 34, 2 % a 80 8 %. Las preguntas 1 y 5 en las que se indagó sobre la economía y la producción industrial en la actualidad es la que tuvo los más altos porcentajes, van de 51,7 % y 80, 8%. Las tres preguntas restantes 2, 3 y 4 en las que se indagó a los estudiantes sobre los cambios y las modalidades de explotación infantil desde la revolución industrial hasta hoy, los porcentajes oscilan entre 39,6 % y 62,1%.

A lo anterior, hay que agregar que en las preguntas en las que mejor resultados obtuvieron los estudiantes sin importar la habilidad, fue en las de selección múltiple. Esto puede ser explicado porque están mucho más familiarizados con este tipo de preguntas. En Colombia se utilizan desde la educación primaria porque son las que históricamente se han usado en las evaluaciones de acceso a la educación superior. En este orden de ideas, este ejercicio de investigación plantea la necesidad de implementar otro tipo de preguntas como las semiestructuradas incluidas en el cuestionario aplicado con los estudiantes en el ejercicio de investigación presentado en esta ponencia.

Consideraciones finales
Los datos presentados en esta ponencia nos muestran la necesidad de continuar realizando trabajos empíricos sobre el desarrollo de habilidades de pensamiento histórico en la educación básica y media en Colombia. En este orden de ideas, ejercicios como éste, en el que se han evaluado habilidades de pensamiento histórico concretas: explicar históricamente, trabajo con fuentes y cambio y continuidad, son pertinentes porque informan e invitan a la reflexión sobre las necesidades de aprendizaje de los estudiantes. El conocimiento de dichas necesidades es fundamental para que los maestros orienten sus estrategias pedagógicas, a fin de lograr que los aprendizajes que los estudiantes necesitan se materialicen. 

En congruencia con lo anterior, el trabajo presentado muestra la conveniencia de incluir otros tipos de preguntas distintas a las de selección múltiple para evaluar habilidades de pensamiento histórico, pues como ha señalado Palacios [2017] Palacios, Chaves y Martin [2020], evaluar conceptos y procedimientos principal o exclusivamente con preguntas de selección múltiple, resulta restringido y limitado en el contexto de un proceso de aprendizaje significativo de la historia o cualquier otra disciplina. Como también lo han subrayado Sáiz [2013]; Souto y Claudino [2009], Palacios, Chaves y Martin [2020]; Fuster [2017], el uso masivo de las preguntas de selección múltiple parece estar relacionado con la importancia que han ganado las pruebas estandarizadas, denominadas en Colombia Pruebas Saber 11 o de acceso a la educación superior en los últimos años. Pues además de ser uno de los indicadores para medir la calidad de la educación, obtener altos puntajes en dichas pruebas, sirve para hacerse acreedor de becas, bonificaciones económicas y condecoraciones; lo anterior no tendría ningún reparo, si no fuera porque el afán de obtener buenos resultados puede inducir a algunos profesores a condicionar la acción en el aula, a seleccionar los contenidos y a orientar el proceso de evaluación para obtener al altos puntajes en las pruebas externas  [Palacios, 2018]

Este ejercicio de indagación también ha permitido reconocer la importancia del trabajo con fuentes en el desarrollo de las habilidades de pensamiento histórico como la construcción de inferencias y la comprensión de conceptos ya planteados por Cooper [2013]. Los datos indican que los estudiantes tienen más dificultades en esta habilidad que en las otras evaluadas en el cuestionario, hecho que pone de manifiesto la necesidad de trabajarla de forma sistemática en las clases de historia tanto en primaria como en secundaria. Lo anterior, reviste importancia porque como bien ha señalado Domínguez [2015], el trabajo con fuentes históricas en clase favorece la adquisición de destrezas o técnicas de trabajo que son útiles para familiarizar al alumno con el manejo de la información. Pero, además, “permiten el desarrollo de destrezas como: reflexión sobre los conceptos de prueba y fuente, destrezas historiográficas de tratamiento de las fuentes, destrezas de comprensión lectora y comunicación” [p. 87].

Finalmente, este trabajo invita a los profesores de historia de educación básica y media en Colombia a incorporar de forma permanente tanto en las actividades de aprendizaje como en los instrumentos de evaluación, el desarrollo de habilidades de pensamiento histórico como las que aquí se han presentado y otras, como la explicación causal, la empatía e imaginación histórica. En función de la conveniencia del desarrollo de dichas habilidades el trabajo de Sáiz y López Facal [2014] concluye que para cambiar las maneras tradicionales de enseñar historia son necesarios procesos de aprendizaje que integren conocimientos de historia y sobre la historia, garantizar que los conocimientos históricos impliquen la adquisición de habilidades cognitivas complejas y se integren al trabajo del aula nociones y conceptos que trascienden la memorización de fechas, lugares y datos.

Referencias
Nancy Palacios Mena - Profesora asistente - Facultad de Educación - Universidad de los Andes
Bogotá – Colombia.

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11 comentários:

  1. Según su opinión experta ¿Es posible desarrollar experiencias educativas escolares sustentadas en el desarrollo del pensamiento histórico, cuando la formación inicial y permanente de los docentes en ciencias sociales en el país adolece de este tipo de fundamentación teórica y metodológica? ¿No sería este un factor a tener en cuenta en los análisis que propone?

    Prof. Javier Ibagón Martín

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    1. Gracias Profesor Ibagón.
      Este y otros trabajos sobre el desarrollo del pensamiento histórico de estudiantes de educación primaria y secundaria en Colombia que he venido publicando, apuntan precisamente a evidenciar que es necesario que las instituciones formadoras de maestros incorporen estos asuntos en sus programas de pregrado y posgrado. En algunas intervenciones realizadas con maestros en el marco de una investigación en curso, hemos podido constatar que cuando el maestro ha sido capacitado para desarrollar el pensamiento histórico y de manera intencionada incorpora estrategias educativas para lograrlo, sus alumnos pueden obtener resultados de aprendizaje muy significativos.

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  2. En el campo de los estudios desarrollados desde la perspectiva de "History Education" existe un debate profundo sobre si los contenidos meta-históricos o de segundo orden se pueden entender desde la noción de habilidades ¿Cuál es su posicionamiento frente a esta discusión?

    Prof. Javier Ibagón Martín

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    1. Nuevamente gracias Profesor Ibagón, con base en los hallazgos de la investigación que he venido desarrollando en los últimos años y en los planteamientos teóricos más recientes en el campo socio-constructivismo, considero que el desarrollo del pensamiento histórico requiere de la construcción de conceptos, el desarrollo de habilidades y la adopción de actitudes que permitan que los estudiantes pasen de tareas básicas de reproducción de información, a la comprensión de hechos históricos y su repercusiones en nuestras cotidianidades.

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  3. Hola profesora. Muy interesante su texto.
    Tengo una pregunta, en realidad es más una duda o curiosidad.
    Pensaba que estas cuestiones e intereses relacionados con los "grandes sistemas de evaluación" interfieren (en Colombia) en los libros de texto…. Como mi objeto de investigación en la universidad donde trabajo es "Enseñanza de historia / libros de texto / formación de docentes, quedé a flexionar eso…
    Otra pregunta: recientemente leí un artículo sobre el proyecto del Banco Iberoamericano para la Educación y me preocupó mucho la interferencia realizada por el banco en el sector educativo en general, que interfiere directamente en cuestiones relacionadas con la enseñanza, la carrera docente, las actividades en el aula, criterios, procedimientos y habilidades relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje.
    Así que me preguntaba si estas actividades / acciones de Prova Sabre (lo mismo que mencionó en el artículo) tampoco están vinculadas a esta política del Banco?
    Perdón mi español no lo es muy bien...

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  4. Estimado Erinaldo, muchas gracias por tus preguntas. No te preocupes por tu español, se entiende muy bien.
    Sobre la pregunta de los libros de texto puedo responderte que según mis indagaciones siguen siendo el material más usados por los profesores de ciencias sociales (geografía e historia) en Colombia. Si bien no tenemos una política de libros de texto producidos por el estado como en otros países, editoriales privadas los producen y tienen una gran circulación. En algunas instituciones educativas los padres compran los libros para sus hijos, en otras, los padres no pueden comprar los libros pero los profesores los llevan a las aulas en formas de fotocopias. Lo que he podido evidenciar es que si bien hay algunas actividades retadoras e interesantes en algunos libros y que aunque éstos han incorporado más color y mejor diagramación, en el fondo, siguen siendo materiales muy tradicionales que poco aportan a que los estudiantes desarrollen altos niveles cognitivos, procedimentales y actitudinales. Gran parte de las actividades les solicitan a los estudiantes pasar información de un lado a otro y desarrollar tareas básicas y de un bajo nivel de complejidad. Le re recomiendo este artículo publicado el año pasado: Palacios, N. (2019). Teaching violence, drug trafficking and armed conflict in Colombian schools: Are history textbooks deficient? Issues in Educational Research, 29(3), 899-922.
    Sobre la pregunta de los exámenes, considero que la evaluación es uno de los temas centrales de la educación en la actualidad. Si bien no podemos desconocer la influencia de la Banca Internacional en los temas educativos y en las evaluaciones estandarizadas nacionales e internacionales, tampoco podemos negar la necesidad de tener evaluaciones que nos sirvan para hacer diagnósticos que nos muestren las fortalezas y oportunidades de mejora. El reto está en que los exámenes tengan en cuenta la diversidad de nuestros países y las grandes desigualdades que históricamente se han construido y consolidado en la región. Hay que tener en cuenta que muchas regiones y poblaciones en Latinoamérica han estado al margen del desarrollo social y económico, esto no lo pueden desconocer quienes promueven los exámenes estandarizados.

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    1. Hola profa. Nancy...
      El tema de los libros de texto ha sido de gran interés para mí durante mucho tiempo. Desde 2008, cuando me invitaron a escribir un libro de texto para niños y maestros, he estado investigando esse tema.
      En Brasil es muy similar a la situación que describiste sobre los libros de texto. Mucho.
      Actualmente, las investigaciones que hemos desarrollado en nuestro laboratorio y grupo de investigación “iTemnpo” son parte del proyecto de investigación "Las Ciencias Sociales en los iberoamericanos: análisis de libros de texto". Es un proyecto de investigación dirigido por la Universidad de Zaragoza (España) a través del Centro Internacional de la Cultura Escolar - Berlonga de Duero-Soria - Universidad de Zarogoza y actualmente cuenta con ocho países: España, Portugal, Chile, Argentina, Brasil , Colombia, México y Ecuador y con más de 20 universidades participantes. El objetivo general del proyecto es comprender cómo tratan los eventos / tiempos considerados esenciales en la historia de Iberoamérica (descubrimiento, conquista, colonización, independencia y actualidad) en libros de texto en español, portugués e iberoamericano de diferentes épocas. histórico. Las actividades comenzaron en el segundo del año pasado. En la primera mitad de 2020, tendríamos una reunión entre investigadores, pero debido a la pandemia, se pospuso.

      En cuanto a la evaluación, estoy totalmente de acuerdo con usted.
      Si es necesario, piense en el lugar ocupado por las formas más diferentes de evaluación y sus objetivos. ¿Qué quieres con cada “tipo” de evaluación? ¿A quién le importa realmente? ¿Cómo realmente conectar, evaluar y aprender? Hay muchos desafíos que debemos enfrentar ...
      Y gracias por la indicación de articulo.
      Un abrazo
      Prof. Erinaldo Cavalcanti

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    2. Estimado Profesor Erinaldo, gracias por las preguntas y por compartirme la experiencia de trabajo sobre los libros de texto.
      Las indagaciones que he venido haciendo me indican que la evaluación del desarrollo del pensamiento histórico debe hacerse con una gran riqueza de instrumentos y con criterios rigurosos que permitan que los estudiantes puedan avanzar de niveles básicos a niveles superiores de pensamiento.
      La evaluación es un proceso que debe importar a todos los actores involucrados en el proceso educativo porque puede servir de brújula para identificar fortalezas y oportunidades de mejora tanto para la política educativa como en la práctica diaria en las aulas de clases.
      La conexión evaluar y aprender se produce cuando evaluar es más que calificar, cuando evaluar hace parte de la reflexión de un maestro que quiere por un lado, mejorar su práctica y por el otro, que sus estudiantes realmente aprendan.
      Le comparto la referencia de un artículo recientemente publicado con dos profesores colombianos sobre evaluación del pensamiento histórico: Palacios-Mena, N., Chaves-Contreras, L. Y. & Martin-Moreno, W. A. (2020). Desarrollo del pensamiento histórico. Análisis de exámenes de los estudiantes. Magis, Revista Internacional de Investigación en Educación, 13, 1-29.

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    3. Muchas gracias por compartir las reflexiones e las indicaciones.
      Un abrazo

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  5. Cara Nancy! Obrigado por suas reflexões! Penso que não exista duvida sobre a qualidade e mesmo a significação da educação histórica no ensino escolar de história. Em seu texto você aponta "También ha sido definido como la significación del pasado a través de estrategias que permiten ir de niveles básicos hacia un pensamiento mucho más elaborado [Lee y Ashby 2000; Levesque, 2008]. No Brasil existe uma significativa resistência dos professores em adotar novas metodologias de ensino, isto devido a um continuado processo de mudança curricular. Pergunto se na Colômbia existe alguma semelhança e como podemos mudar esse quadro? ABCS

    Everton Carlos Crema

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  6. Estimado Everton, gracias por la pregunta.
    En Colombia existen varios factores que han impedido una masiva renovación de estrategias para una enseñanza de la historia. Además de la continua publicación de documentos curriculares de parte del estado, bajo la figura de “referentes de calidad”, a los que no siempre se les identifica una línea una articulación y continuidad, se le agregan algunos otros obstáculos como ejes temáticos y contenidos muy largos que no son fáciles de abordar e integrar por los docentes en el tiempo que tienen. Adicional a lo anterior, el principal problema para mi está en la formación inicial y permanente de profesores. En Colombia, apenas en los últimos años se ha incorporado con fuerza en algunas regiones la enseñanza del desarrollo del pensamiento histórico y geográfico en la formación de los maestros. Si bien la preocupación no es nueva, y se cuenta con trabajos que han venido expresando la preocupación por una renovada enseñanza de la historia de tiempo atrás, la reflexión sobre la necesidad de transformar las maneras de enseñar se ha hecho mucho más clara en los últimos años, así lo hemos evidenciado en eventos académicos como una realizado en la ciudad de Cali el año anterior y en el aumento del número de publicaciones sobre estas temáticas. Los hallazgos de mis trabajos de investigación, así como mi experiencia en procesos de formación de maestros me indica, que una rigurosa y permanente cualificación del profesorado es lo que hace la diferencia y lo que puede traer una renovación en la enseñanza de la historia en tiempos venideros.

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